Aclarando el texto de Colosenses 2:16-17

30.08.2019

Otro de los argumentos utilizados por la mayoría, es el texto de Colosenses 2.16 y 17, en donde muchos creen que Pablo estaba enseñando que el sábado había perdido su valor, ya que sólo significaba una sombra del mismo cuerpo de Cristo. Veamos si esto es lo que Pablo estaba tratando de enseñar.

«Por tanto nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo. Todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo.» (Col. 2.16 y 17).

Los hermanos de Colosas, estaban siendo invadidos por una mezcla de enseñanzas que los estaba llevando hacia los extremos. Colosas era una ciudad compuesta, primordialmente de gentiles, pero también existía una colonia judía que se remontaba a los días de Antíoco el Grande (223-187 a.C.). Es tan interesante observar que en la iglesia se habían infiltrado, no solamente judíos legalistas, sino también una mezcla del "gnosticismo teosófico", propias de los círculos pitagóricos y platónicos, y una secta llamada de los "ascetas". La mezcla de todo esto estaba llevando a la iglesia a un deterioro espiritual y a un estado mediocre de la verdadera pureza del evangelio de Cristo. A estos, el apóstol Pablo les escribe a que no se dejen engañar por medio de estas filosofías y de las huecas sutilezas de los hombres. Estos falsos estaban tratando de inducir al pueblo a abrazar creencias extrañas que nada tienen que ver con la verdadera doctrina de Jesucristo. El legalismo judío enseñaba: que para lograr la salvación tenían que ser circuncidados y mandarles a guardar la ley. El apóstol para refutar esto les escribe a los de Colosas que ellos ya habían sido circuncidados «al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo» (v. 11). El gnosticismo teosófico enseñaba: que Dios es bueno, pero la materia es mala, que Jesucristo era meramente una de una serie de emanaciones descendiendo de Dios y siendo menos que Dios (una creencia que los llevó a negar su verdadera humanidad), y que un secreto, conocimiento que estaba por encima de las Escrituras era necesario para ser iluminado y para la salvación. Para repudiar esta creencia, Pablo les enseña a los de Colosas que en Cristo «habita corporalmente toda la plenitud de la deidad», y que Él es «cabeza de todo principado y potestad» (vs. 9 y 11). Los Ascetas: llamaban a la adoración de ángeles y a supuesta experiencias místicas. Pablo, al refutar esta creencia, también les escribe a lo colosenses que ellos ya estaban completos en Cristo, y que no necesitan de más revelaciones, pues, Él es la Cabeza, y que no puede haber crecimiento en el cuerpo (la iglesia) aparte de su Cabeza. (vs. 10 y 18 y 19).

Cuando Pablo les dice a los colosenses, nadie os juzgue en comida o en bebida debemos entender lo que realmente estaba sucediendo en la congregación. Los gnósticos y los ascéticos y, no cabe duda, una tendencia a la práctica esenia, estaban tratando de inculcar estas costumbres a los cristianos, debido a que ellos eran abstemios en cuanto a la bebida y cuidadosos en sus dietas de comida. Pues enseñaban que con las prácticas de esta disciplinas se podía aplacar a los mediadores angélicos u otras fuerzas sobrenaturales. En cuanto a días de fiesta, luna nueva, o días de reposo, los gnósticos también tenían establecidos sus días festivos y querían que los de Colosas abrazaran tales prácticas, y criticaban a aquellos que convencidos plenamente de sus observancias cristianas, no accedían a tales costumbres. Como podemos notar, todo era una mezcla de cristianismo, misticismo, ascetismo, gnosticismo, judaísmo. Lo que Pablo hace es reglamentar las prácticas cristianas.

En cuanto a días de reposo, sin embargo, es menester hacer una aclaración. Pablo no se está refiriendo directamente al día de reposo sabático, es decir que el día de sábado (singular) no está en cuenta en este versículo, pues el apóstol generaliza el concepto de la palabra. El hace énfasis a días (plural) de reposo, que como haremos notar, los israelitas no solamente tenían un día de reposo establecido, sino muchos días de reposo. Y no cabe duda que el judaísmo legalista quería introducir todas estas fiestas, que en sí, conllevaban a guardar reposo, tales como las lunas nuevas (el sacrificio mensual que se ofrecía en el primer día de cada mes. Nm.10.10; 28.11-14; Sal. 81.3). Si el apóstol no estuviera haciendo relación a esto no hubiera utilizado el plural, sino el singular (día de reposo).

El mandamiento más claro y, a la vez, confuso para muchos, lo vemos en la epístola a los Hebreos. Vamos a tratar de mirar estos pasajes minuciosamente ya que muchos tratan de encontrar apoyo sobre estos versículos.

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar