El ejemplo del los apóstoles respecto al Sábado

30.08.2019

En ninguna parte de la Escritura del Nuevo Testamento vemos que el día reposo fuese transgredido por los apóstoles. Si el día de reposo, como muchos argumentan, ya no tenía su validez, los apóstoles no le hubiesen dado importancia; al contrario, los vemos siempre guardando este día. Es más, Cristo nunca enseñó, ni con ejemplo ni con palabras, que con su llegada dejaran de cumplir este Mandamiento.

Si comparamos el ejemplo de Jesucristo con el ejemplo del apóstol Pablo, nos damos cuenta de esa similitud que existe en ambos pasajes. Por ejemplo, en el Evangelio de Lucas se dice de Cristo que «... en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre...» (Lc. 4.16); de Pablo se dice que «... como acostumbraba, fue a ellos, y por tres días de reposo discutió con ellos...». Es imposible que si el sábado había dejado de tener su existencia en el Nuevo Testamento, Pablo tampoco le hubiese dado importancia. Algunos podrían objetarse que Pablo se reunía este día porque era más concurrido por las personas. Otros podían deducir que Pablo únicamente les hablaba a los judíos. Aunque es cierto que el apóstol les habló a ellos, porque eso es lo que dice el versículo 1 de este capítulo, pero no solamente les hablaba a ellos en este día. Veamos otro ejemplo para confirmar esto. En Hechos 13:13-15, se nos dice que Pablo y sus compañeros «... llegaron a Antioquia de Pisidia; y entraron en la sinagoga un día de reposo y se sentaron». Estando ellos en este lugar se les permitió la oportunidad de hablar el evangelio. Pero observemos qué pasó después. El versículo 42 dice «cuando salieron ellos de la sinagoga de los judíos, los gentiles les rogaron que el siguiente día de reposo le hablasen de estas cosas». Cabe preguntar ¿en dónde estaban estos gentiles? ¿Dentro de la sinagoga o fuera de ella? La Escritura no específica donde estaban estos gentiles. Solamente nos dice que "cuando salieron ellos de la sinagoga de los judíos", de lo cual puede deducirse dos cosas: bien pudo ser que estos gentiles estaban dentro de la sinagoga, pero por temor a los judíos no se atrevieron hablarles hasta que salieron de ella. O bien pudo ser que ellos estaban esperándolos a fuera. Cualquiera de los dos argumentos pudo ser cierto. Pero una cosa que no podemos obviar, se encuentra en el versículo 44 en donde dice: «El siguiente día de reposo se juntó casi toda la ciudad para oír la palabra de Dios». Esto nos da la posibilidad de pensar que también algunos gentiles habían adoptado la costumbre de reunirse el día de reposo; a los cuales Pablo también evangelizó.

En el capítulo 16 versículo 13 de Hechos, nos dice que Pablo y Silas, juntamente con Lucas, en un día reposo, salieron hacer la oración fuera de la casa, junto al rio, como acostumbraban.

Como podemos observar, en ningún momento los apóstoles enseñaron que este Mandamiento ya no tenía validez. Con sus ejemplos ellos mostraron obediencia a este Mandamiento. De manera que ellos aprovechaban este día para promover el Evangelio de Jesucristo. Su Maestro les había enseñado el verdadero sentido del día de reposo.

El argumento de muchos de que el cuarto Mandamiento fue eliminado por carecer de apoyo en el Nuevo Testamento, es muy pobre. Pues, como hemos visto, hay abundantes datos que corroboran la autenticidad de este en el Nuevo Testamento, quizá, más que los otros nueve. El error consiste en querer hallarlo en palabras expresas, más que en conducta o el ejemplo. Conviene recordar lo que hemos comentado en el apartado "Características del cuarto Mandamiento". Ahí hicimos mención que este Mandamiento tiene un carácter cultual, no moral. Por lo que necesitaba recordársele al pueblo debido a que no está escrito en el corazón del hombre en calidad de norma de moralidad como los otros nueve. Así que, el cuarto Mandamiento, gradualmente iba teniendo auge en el corazón del pueblo hasta que adquirió un elevado compromiso de parte del pueblo hacia su norma. Esto lo podemos comprobar en casi toda la totalidad del Antiguo Testamento en donde Dios reprochaba la falta de interés en su pueblo para obedecer este Mandamiento. Ya en la época del Nuevo Testamento, el sábado o reposo, se había convertido o había tomado suma importancia. Por esa razón los fariseos le habían adjudicado un especial cuidado a ese día que se extremaron con sus tradiciones. Lo que el Señor hizo, con su ejemplo, fue depurar todo aquello que los hombres le habían añadido desvirtuando el verdadero propósito. Como usted pudo notar en los Evangelios y en el libro de los Hechos, el sábado se había vuelto ya una costumbre entre el pueblo; por esa razón solo vemos ejemplos, más que mandatos expresos, depuración, no eliminación.

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